Actitud Unicum

No importa lo simples o complejos que sean los objetivos que nos marcamos porque nada puede lograrse sin la actitud y los valores adecuados. En este apartado de nuestra web queremos transmitirles algunos de los valores en los que hemos fundamentado nuestra trayectoria empresarial y al mismo tiempo, ilustrarlos con unas fábulas e historias que nos han acompañado desde el inicio.

La constancia

La constancia o perseverancia, es una actitud muy ligada al esfuerzo y la superación personal. Desde hace años, ilustramos este valor con esta sencilla fábula.

Actitud Unicum

La renovación

Entendemos la renovación como una actitud de constante aprendizaje, sin la que resulta muy dificil adaptarse a las necesidades y los retos de un mundo en constante evolución.

Actitud Unicum

Atención a los detalles

Dice un proverbio chino que “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del planeta”. Las más pequeñas cosas pueden tener un efecto considerable.

Actitud Unicum

El hombre y el pozo

Un hombre decidió cavar un pozo en un terreno que poseía. Eligió un lugar y profundizó hasta los cinco metros, pero no encontró agua.

Pensando que aquel no era el sitio idóneo, buscó otro lugar y se esforzó más, llegando hasta los siete metros, pero tampoco esta vez halló agua. Decidió probar una tercera ocasión, en distinto lugar, y cavar aún mucho más, pero cuando llegó a los diez metros, concluyó que en su terreno no había agua y que lo mejor era venderlo.

Un día fue a visitar al hombre al cual había vendido el terreno, y se encontró con un hermoso pozo.

– “Amigo, mucho has tenido que cavar para encontrar agua. Recuerdo que yo piqué más de veinte metros, y no encontré ni rastro”, dijo.

– “Te equivocas”, contestó el aludido. “La verdad es que yo sólo cavé doce metros, pero a diferencia de ti, siempre lo hice en el mismo sitio.”

El Águila

El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie. ¡¡Llega a vivir 70 años!!! Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión.

A los 40 años, sus uñas curvas y flexibles, no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta. Su pico alargado y puntiagudo, también se curva apuntando contra el pecho. Sus alas, están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas.

¡Volar es ahora muy difícil!

Entonces el águila, tiene sólo dos alternativas: morir o… enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared donde no necesite volar. Entonces, apenas encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo. Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca el nuevo pico con el cual después, va a arrancar sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.

Y después de cinco meses, sale victoriosa para su famoso vuelo de renovación, y entonces dispone… de 30 años más.

A veces nos preguntamos: ¿Por qué Renovarnos?

En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.

Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado.

Solamente libres del peso del pasado, podemos aprovechar el valioso resultado de una RENOVACIÓN.

La actitud importa

Un alto ejecutivo de una multinacional informática de los Estados Unidos se hallaba en un viaje de negocios en Tokio. A pesar de su cargo, era un hombre muy humilde y al finalizar todas sus reuniones, se dirigió a un centro comercial para comprar algunos regalos para sus empleados.

Al entrar, una dama y un caballero le dieron la bienvenida con una cálida sonrisa y eso hizo que se sintiera bien. Él se fijaba en ellos mientras compraba y comprobó que regalaban la misma sonrisa a todos los clientes que entraban al centro comercial, así que se dirigió a ellos y les preguntó:

– “Mi querida pareja, ¿no estan ustedes cansados de hacer este trabajo y cuánto
tiempo llevan haciéndolo?”

La pareja sonrió y dijo:

-“Hemos estado trabajando aquí por los últimos 10 años y no estamos cansados. Nos gusta nuestro trabajo”.

El ejecutivo quedó asombrado con la respuesta y preguntó de nuevo:

-“¿Cómo es que han estado haciendo esto por 10 años y por qué les gusta su trabajo?”

La dama sonrió de nuevo y dijo:

-“Señor, es porque así sirvo a mi país”.

La respuesta le pareció un tanto divertida al ejecutivo y dijo:

-“¿Sirves a tu país sonriendo?”

La dama dijo:

-“Sí, señor, yo sonrío y todos los clientes que llegan al centro comercial se sienten felices y relajados. Compran más, mi jefe está feliz y me paga más. Y como me paga más, yo puedo atender mejor a mi familia. Y ya que yo puedo atender mejor a mi familia, ellos están felices. Cuando los clientes nos compran, la demanda por los productos aumenta, y al hacerlo, hay más fábricas. Y cuando hay más fábricas, hay más empleos. Y cuando hay más empleos, la gente en el país está feliz. Como la mayoría de nuestros clientes son extranjeros, hay entrada de divisas, y como hay entrada de divisas, nuestro país tiene mucho dinero y se vuelve más rico cada día. La gente como usted, que le agrada nuestro servicio, visita nuestro país más a menudo, le contará a su familia y amigos. Así, mi país consigue más visitantes, más dinero, más empleos y más gente feliz. Así es como sirvo a mi país”.

Sorprendido con el discurso, el ejecutivo le dio las gracias y regresó a su país con el objetivo de contagiar esa actitud a todos sus empleados”